Soulbits

Introducción

Esta misma mañana he recibido un correo de FutureLearn avisándome de que hoy comienza un nuevo MOOC al que estoy apuntado, y, como tengo aún pendiente de escribir la entrada de rigor de la semana pasada (mal, muy mal ò_ó), se me ha ocurrido contaros como creo yo que debería ser un MOOC [1]. Parte de las ideas aquí expuestas ya las traté en un artículo a principio del mes pasado, pero aquí amplío y trato un poco más abiertamente el tema.

La verdad, esto no debería ser necesario: sé que alguna de estas ideas pueden ser difíciles de aceptar o poner en práctica, al depender de factores externos, pero considero todo esto una cuestión de sentido común.

Aún así, se cumple la tan manida sentencia: "el sentido común es el menos común de todos los sentidos". Eso y que ciertas… entidades se suman al carro de ofrecer su plataforma de MOOCs por el simple hecho de que está de moda, es trending topic, es requete-cool. Y no demuestran tener un compromiso real para con la Educación. Eso, o lo disimulan bastante bien.

Para relajar tensiones, antes de amuermaros un poquito… ¡La vacuna del humor!

Foto original de AJ Cann.

Claves

Mi MOOC (y quien dice MOOC dice cursillo) ideal se caracterizaría por:

• Abajo los plazos.

  Uno de los propósitos de un MOOC es el de ser una plataforma de Educación Abierta. Poner plazos escandalosamente restrictivos, como hacen algunas plataformas, no es de recibo. Otras incluso cierran el acceso a sus contenidos una vez concluídos estos. Y tienen el descaro de autoproclamarse "plataforma de MOOCs". Una cosa es que tengas un servicio adicional (normalmente de pago) que aporte un valor añadido, y que ahí sí pongas plazos. Pero un MOOC ha de garantizar el fácil (y libre) acceso a sus contenidos, no sujeto a rígidos plazos. De no ser así, no es abierto. Y si no es abierto, no es un MOOC ( Massive Open Online Course, Curso en Línea Masivo y Abierto), sino un MOC (Massive Online Course, Curso Masivo en Línea). Y ya.

  Además, esto refleja un hilirante desconocimiento de su alumnado potencial. Muchos son universitarios. O personas con un trabajo, que siguen el curso en sus ratos libres. Muchos, aún intentándolo, no pueden cumplir con estos plazos. Y se ven obligados a abandonar, en contra de su voluntad. Y luego vienen los lloros de los responsables del MOOC de turno, con el "se apuntaron 20.000 y sólo terminaron el curso 700". Es verdad que los que se apuntan sólo "por probar" y luego no vuelven o abandonan a la primera de cambio también están ahí, pero esa no es sino una razón más para no abonar el abandono del resto por esta soberana ridiculez.

• Profesorado capaz.

  Y aquí ahondo sobre todo en los cursos del sector tecnológico. ¿Que qué entiendo por "profesorado capaz"? Pues por profesorado capaz entiendo… eso que no debería de hacer falta explicar pero que luego viene la realidad y te desengaña.

  Un profesorado capaz es aquel que está actualizado y domina la materia que imparte. O que, al menos, te hace sentir que puedes confiar en su criterio.

  Un profesorado capaz es aquel que, además, sabe transmitir sus conocimientos. Que te motiva, en lugar de inducirte el sueño con insípidas peroratas.

  Un profesorado capaz es aquel perfectamente diferenciable de un sistema sintetizador de voz, una máquina de diapositivas o de la anciana Encarta.

  Eso es un profesorado capaz. El concepto es sencillo, pero has de tener la suerte de dar con uno. Son los Pokémon shiny de la región Cátedra.

  Aprovecho y mando un saludo a mi antigua profesora de Java, Nancy. Sigue siendo la mejor profesora de programación que he tenido jamás :) Lástima que escaseen tanto.

• Estabilidad de la plataforma.

  De poco sirve tener un profesorado capaz y estar haciendo las cosas bien si luego el alumnado se tiene que enfrentar a una plataforma que no es que sea o no amigable: es su más acérrima enemiga. Voldemort, Sauron o el ministro Wert (estamos hablamos de educación, ¿no?) [2] son lindos corderitos comparados con un Moodle mal gestionado, esas aulas virtuales hijas de Satanás y aquellas "plataformas de MOOC", que ni plata, ni formas. Suben y bajan más que un yoyó.

  Este es uno de esos aspectos que puedes capear escudándote en que "son factores ajenos a nuestro control". Salvo, claro está, que presumas a los cuatro vientos de contar con el apoyo de grandes empresas como Telefónica, Banco Santander… ò_ó En esos casos no cuela :) Y se entra de pleno en la categoría de "no demuestran tener un compromiso real para con la Educación". Pura propaganda.

• Aprovecha las tecnologías, coño.

  Bien. Decimos adiós a los plazos constrictivos, tenemos unos profesores capaces, una plataforma que ni Bastión de Tormentas… y van y se olvidan de que un MOOC es un servicio online. Y de que la tecnología, como el amor, está en el aire: wikis ornamentales, foros de discusión desatendidos o con software tercermundista, ¿ludificación? [3] ¿eso se come?

  Están en Internet. Son una plataforma tecnológica. ¡Usen todos los recursos a su alcance, coño! No hagan como si continuaran dentro de su limitado aulario. No pongan puertas al campo.

  NOTA: usar Internet NO es apuntar al alumno tal enlace para que se lea tal cosa para hacer tal ejercicio, cosa que en más de una ocasión deberías de haber explicado en tu último vídeo, en vez de andarte por las ramas. Porque para eso son los vídeos: para explicar las cosas, no para powerpointear. Si no aportas nada al alumno aparte de apuntar unos enlaces que ya se encuentran en Internet, ¿qué le impide sustituirte?

Conclusión

Y hasta aquí llegamos. Sólo quería dar mi opinión sobre esto. Y patalear un poco. Soy un consumidor de MOOCs y ciertas plataformas me tienen quemadillo. Antes de despedirme quisiera recomendar la lectura de Cultura libre y educación hacker, un breve artículo de una amiga, que, si bien no tiene relación directa con el tema tratado aquí, si lo toca tangencialmente. Igual que me tocó la patata con el párrafo que lo cierra :)

¡Hasta pronto!